Lectores de Fiel Mascota usuarios online
Búsqueda personalizada

lunes, 9 de agosto de 2010

Sobre el pedigrí de los gatos y los perros.

Cuando una persona se plantea la compra un perro o un gato inevitablemente le surgen una serie de preguntas sobre el tipo de raza que más le conviene, grande, mediano o pequeño (en el caso de los perros los tamaños son más determinantes), con pelo largo o corto, muy activo o poco activo, etcétera. Pero al final, una vez que se han elegido todos estos detalles, que no son ni mucho menos un asunto baladí, siempre queda otra pregunta más: ¿He de buscar un cachorro con pedigrí o compro uno que me guste sin mirar su ascendencia?

Pues la respuesta a esta pregunta depende de varios factores.
Uno sería el económico; el crear y mantener un pedigrí a lo largo de las camadas tiene un coste y supone un esfuerzo que, al final, hay que pagar.
Otro la pureza que busquemos adquirir. Hay que pensar que las razas en sus inicios son gestadas en las mentes de los criadores. Ellos piensan en cómo podrían mejorar el aspecto físico, el psicológico o el estético y para llevar esta idea originaria a la realidad se sirven de los cruces entre ejemplares adecuados. Sin embargo, a lo largo del tiempo las razas van sufriendo modificaciones que se consideran que mejoran el estándar creado en un principio. Así van cruzando ejemplares según les interese algún aspecto de ellos, como la agresividad, las orejas, el rabo, el pelo, los colores, etcétera, siempre respetando el estándar establecido al principio.
Un ejemplo de esto lo vemos fácilmente con los coches. Mirando unos años atrás un modelo específico de coche podemos observar cómo se han ido modificando sus líneas y mejorado su equipamiento. Este ejemplo es ilustrativo, porque es evidente que no todas las razas que existen reconocidas, tanto de perros como de gatos, son del gusto de todo el mundo. En este sentido entra en juego el gusto de la persona que elige, que no es  ni mejor ni peor, simplemente es.

Entonces, una definición sucinta de pedigrí podría ser: “Documento donde consta la genealogía de un animal”. Ahora podemos volver a lanzar aquella pregunta que hicimos al principio: Entonces, ¿merece la pena que una persona busque un animal con pedigrí? Si le resulta útil que la ascendencia del animal haya respondido a ciertos estándares establecidos como “correctos” por pura convención durante un número determinado de generaciones establecidos entonces la respuesta es sí, le merece la pena buscar un ejemplar con pedigrí.
Si se quieren evitar ciertas enfermedades hereditarias y congénitas asociadas a un tipo de raza, entonces la única forma de asegurarse de evitarlas es consultando un documento que refleje la línea de sangre del ejemplar y en el que conste que están libres de ciertas enfermedades de carácter hereditario.

Por otra parte, si la respuesta fuese no entrarían en juego algún otro factor. Si le interesan los aspectos estéticos pero no mantenidos durante una serie de generaciones se puede elegir un cachorro mirando el aspecto de los progenitores para hacerse una idea ligera, pero no cierta plenamente de cómo podría ser el cachorro.
En este caso no se busca un ejemplar que responda a ciertos criterios si no simple compañía y fidelidad incondicional. Para lograr este objetivo no es necesario el pedigrí, lo que hace falta es saber las características generales de la raza que se comentaron en el primer párrafo para saber si el cachorro se adecúa al entorno de nuestro hogar.

6 comentarios:

Alvarez dijo...

Me han parecido interesantes los comentarios aportados sobre la elección o no de un animal con/sin pedigree. Sobre todo, me ha parecido muy curioso el tema del pedigrí en los gatos, es algo en lo que nunca me había parado a pensar, siempres asocié el tema del pedigrí automáticamente con los perros.
Gracias por este nuevo enfoque.

bella dijo...

Yo no quiero ofender a nadie. Pero me gustaría indicarle a Alvarez que realmente el tema del pedigree en los gatos es muy importante, tanto como en el de los perros. Yo tengo una gata que tiene pedigree y éste se remonta muchas generaciones atrás y gracias a ello mi gata siempre gana las competiciones.

Desfibrilador dijo...

Hola Bella, hola Álvarez! Lo primero de todo, muchas gracias por leer el post, espero que os haya resultado interesante.
Sobre todo, me gusta que Álvarez haya aprendido una cosa nueva que no sabía, de modo que, Bella, no creo que se ofenda Álvarez. Hay tantas cosas que ignoramos y que tenemos pendientes de aprender que a lo largo de la vida vamos decidiendo cuáles nos resultan más interesantes o más relevantes. Me resulta digno de admiración las ganas de aprender que tiene Álvarez, porque seguro que sabe cosas que nosotros ni imaginamos :D. Es más, seguro que podría hacerse un blog y enseñarnos cosas a nosotros.
Por otra parte, espero que tu gata siga ganando en concursos y competiciones. Por curiosidad, Bella, ¿qué raza es tu gata?.

¡Saludos a nuestros lectores!

Bella dijo...

Mi gata, por supuesto, es una gata persa blanca, osea, es muy importante elegir bien a tu mascota para evitar problemas de salud, de comportamiento,...

Nat dijo...

Después de haber tenido 2 perras (una de ellas con pedigrí)y dos gatos ( uno adoptado en un albergue y otro recogido en la calle) creo que no volveré a tener ningún animal con pedigrí. Comprendo que desde el punto de vista el profesional, puede ser muy interesante tener un animal con pedigrí pero siempre recomendaré a la gente que adopten animales. Que se vayan a un albergue y se dejen llevar por el corazón, que los animales más fieles y cariñosos a veces son los más "despeluchados" y con menos lustre.

Desfibrilador dijo...

Estoy de acuerdo con tu comentario Nat. Muchas veces no es necesario comprarse un perro con pedigrí, esto no quiere decir que el perro vaya a ser mejor o peor, simplemente va a tener un aspecto o se va a evitar que tenga ciertas enfermedades de caracter congénito mediante la selección de ejemplares.
Es más, lo natural es que los perros se mezclen entre ellos sin pensar en si son de ésta raza o de aquella, ellos simplemente se reproducen.

¡Un saludo a todos!